Venezuela es el camino…
Luego de 14 años de vivir lo que millones de venezolanos consideramos una gestión de gobierno ineficiente, una gestión que estimula la economía de reparto y ataca la productividad, tenemos como resultado una Venezuela empobrecida y en el abandono.
Millones de personas fijaron sus esperanzas en que en las elecciones pasadas se produjera un cambio de gobernante con una alternativa de gobierno diferente, muchos profesionales se dedicaron a dar forma a un plan que permitiera enrumbar a la país hacia el progreso, hacia el bienestar social de todos y cada uno de los venezolanos sin distinción de ningún tipo, teniendo preferencia por los mas necesitados.
Los resultados no fueron los esperados, lo que ha generado un ambiente de incertidumbre, percibiéndose desolación en la sociedad.
Entiendo el sentimiento, me es familiar, lo he vivido, lo estoy viviendo, soy parte de esos millones de personas que creían ver una luz al final del túnel, parte de quienes confundieron la blancura de una luna llena con la aurora, de quienes creyeron que el resplandor del astro rey , era el anuncio de un nuevo amanecer cuando en realidad era el crepúsculo; lo que no entiendo es por que eso, nos tiene que convertir en unos : trovadores del fracaso , cultivadores de cizaña y precursores de la división.
He observado cómo de una manera inmisericorde, en busca de desahogo se han lanzando piedras como a un inerte muro, cegados por ese sentimiento al que se le ha calificado de formas distintas, unos lo denominan guayabo, otros resaca, otros cabanga, despecho y otros sinónimos que identifican ese estado, sentimiento peculiar que todos conocemos por haberlo vivido al menos una vez en la vida. Piedras que desde el dolor vivido son lazadas sin tener conciencia de que están cargadas de miseria, intolerancia, piedras a las que le hemos llamado de formas distintas: estafadores, mentirosos, avaladores de fraude, genuflexos, cómplices y otras tantas formas más, no nos percatamos de las heridas que su impacto producen, aún no caemos en la cuenta de que las piedra no rebotan, estas, se incrustan , penetran en lo mas profundo, pues ese objetivo al cual estamos apedreando no es un objeto sin vida, esta compuesto de seres vivos, personas de carne y hueso a quienes hemos tratado como objeto.
Tal parece que el dolor ha hecho que se pierda de vista tanto el obstáculo a salvar como el objetivo final de nuestra lucha, nos hemos quedado estancados entre el crepúsculo y la aurora, heridos y llenos de dolor lazamos manotazos a ciegas, la oscuridad nos atrapó y, desde esa oscuridad hemos arremetido en contra de nosotros mismos, nos hemos convertidos sin darnos cuenta en aliados de eso que queremos cambiar.
Después de 14 años ya deberíamos haber aprendido que este tipo de conducta nos debilita, nos aleja del camino hacia esa alternativa de país que queremos y con ello fortalecemos una forma equivocada de hacer política, eso que queremos cambiar, tan es así que mientras nosotros estamos estancados, atrapados en la noche, ellos no se han detenido ni siquiera a celebrar, siguen a toda prisa hacia su meta, están solos en la vía, no tienen contendor, no tienen obstáculos que salvar, el contendor se convirtió en rémora de si mismo.
San Ignacio de Loyola decía que: «En tiempo de desolación nunca hacer mudanza«, pues bien estamos viviendo ese tiempo, es importante que despejemos nuestras mente y hagamos un análisis reflexivo sobre lo acontecido, un análisis con nosotros mismos, una análisis libre, voluntario, debemos utilizar la razón y someter a esas pasiones que nos impulsan a lanzar piedras y manotazos en la dirección equivocada, lo mas segura es que una vez superada la tempestad de pasiones podremos ver lo que la sombra nos escondía, en ese momento, brújula en mano, retomaremos el rumbo norte, ese en el cual debemos seguir caminando hasta llegar a la meta.
Seguramente que cuando se logren vencer las pasiones, podremos percatarnos que la oscuridad en la que nos encontrábamos sumergidos no nos permitió ver todo los positivo, los logros, los aciertos y desaciertos, en una todo lo que hemos aprendido y avanzado. Debemos empezar por ser agradecidos, sentirnos orgullosos de esos compatriotas: mujeres y hombres que se han entregado con mística y dedicación, esos venezolanos que se dedican y se han dedicado a dar forma a esa alternativa de país con el que todos soñamos, este sería el momento de decir: ¡Gracias a todos ustedes: mujeres y hombres que, desde esa estructura llamada unidad, han entregado todas sus capacidad en beneficio de todos los venezolanos! Y también les pedimos ¡perdón!, por pedir animo y consuelo en vez de ofrecer, !perdón! por darles la espalda en vez de un espaldarazo, ¡perdón! por no estar a su lado, por no entender que si nosotros estamos dolidos ustedes deben estarlo aún mas.
Aún hay muchas mas cosas por la cuales debemos sentirnos felices, hoy somos 6.5 millones de venezolanos que estamos dispuestos a levantarnos y seguir luchando dentro de ese camino llamado unidad, es bueno ver lo que hemos recorrido y caer en la cuenta que después de la noche llega el amanecer, es bueno entender que la unidad no es una mesa, no son únicamente esos valientes venezolanos que han asumido esa tarea de coordinar nuestras voluntades y dar forma a nuestros sueños, la unidad somos todos unidos por un sentimiento común, todos caminando en dirección a la misma meta.
Es indispensable saber encausar la energía y voluntad de 6.5millones de personas que creen en una alternativa de país distinta , tenemos entre otras cosas la gran responsabilidad de hacerle ver al resto de los venezolanos que: pueden y tiene derecho a vivir mejor, que pueden y tienen derecho a un trabajo digno, que pueden y tienen derecho a servicios públicos de calidad, que pueden y tienen derecho a una mejor educación, que pueden y tienen derecho a vivir en una sociedad segura, que pueden y tienen derecho a ser parte del trabajo productivo y dignificante en una que tienen derecho a un mayor bienestar social.
Si cada uno de estos 6.5 millones de venezolanos asume la responsabilidad de trabajar con una de esta personas que apoyaron por cualquier razón el continuismo, lograremos tener, en poco tiempo el doble de voluntades que hoy y, con ello hacer de nuestra patria ese país que soñamos.
@lacmon
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