Indignados -capitulo quinto-


El mundo que engrosa la estadística del desempleo, está lleno de personas de carne y hueso,  índice que de manera fría, sube y baja como un indicador insensible, no es capaz de mostrar las vivencias de quienes le dan cuerpo, mientras daba forma a esta sencilla exposición, procure cruzar la calle y ver, sentir, desde ese lado, la imaginación me llevo a percibir algo no muy agradable. Hoy son ellos mañana puedes ser tú, puedo ser yo, lo que ellos viven hoy es un problema de todos.

Como consecuencia de lo indicado en el capítulo anterior las empresas han dejado de cumplir con los compromisos bancarios,  el poco ingreso que obtienen lo orientan hacia la producción y, dentro de esto se da prioridad al pago oportuno de la fuerza laboral. La empresa tratando de adaptarse a la disminución de la demanda debe ajustar el volumen de producción y por ende, si quiere seguir siendo competitivo deberá ajustar  la fuerza laboral al nuevo programa de producción, dándose inicio a disminuciones drásticas de personal, de un momento a otro, muchas personas pasan a engrosar  las filas de  los desempleados, ahora son parte de una estadística.

Para esta personas la situación económica  les cambio estrepitosamente de un momento a otro, su capacidad pago se ve mermada, los pocos recursos con los que cuenta debe destinarlos a cubrir los gastos mínimos de subsistencia de la familia, no queda dinero para cubrir la hipoteca

Los bancos requieren de liquidez monetaria para funcionar de manera óptima, un alto nivel de mora en su cartera crediticias les producen un desequilibrio letal, no pueden responder por el dinero captado, no pueden atender nuevas solicitudes crediticias, sus activos dejaron de ser líquidos de un momento a otro se encuentran llenos de bienes ejecutados en proceso de liquidación e hipotecas por ejecutar. En este punto, a menos que llegue dinero fresco,  el sistema parece estar trancado es cuando se presente la necesidad de… un rescate bancario.

En una sociedad en donde el consumo es parta de la estabilidad económica, en donde a pesar de estar en crisis, el mensaje que se trasmite busca estimular a las personas a que deben continuar consumiendo deben consumir, gastar lo poco que les queda, el consumo  es el combustible del sistema, paradójicamente el ahorro parece ser nocivo, todos los ciudadanos , en el mejor de los casos viven al día, trabajan para mantener un nivel de vida y la mayoría, gasta hoy lo que se ganara mañana, el plástico lo permite, ello explique el por que en la época de las vacas gordas no se tomó la previsión de ahorra para la época de las vacas flacas y así de un día para otro por no tener con que pagar la cuota se ven despojados de su vivienda su vehículo ambos bienes eran parte de la garantía entregada al banco.

Los ajustes efectuados por las empresas no logran mejorar su situación económica, el prestamos recibido  del banco fuè otorgado en base a la capacitad de pago que mostraba su flujo de caja con la producción total, al disminuir está, el flujo de caja varía mermando su capacidad de pago, las cuotas no pueden cancelarse y las garantías son ejecutadas…la empresa se ve obligada a cerrar sus portones, convirtiéndose también en una estadística del sistema.

En tales circunstancias, la prioridad  del Estado es, antes que todo, “destrancar” el sistema, es necesario  fortalecer las empresas que aún están operando, hay que evitar a toda costa que la estadística del desempleo siga aumentando, los bancos deben ser rescatados es necesario que ,continúen operando, los dueños de los fondos en manos del banco deben tener la posibilidad de hacer usos de sus recursos, las empresa que están operando deben tener acceso a los créditos en el caso  en que así lo requieran.

Los dueños de las empresas que cerraron y los que engrosan la estadística de los desempleados se preguntan… y a mí, ¿Quién me rescata? Esta situación produce un descontento generalizado entre los afectados, todos descargan su malestar en lo que identifican como su “verdugo”, ese que identifican como el responsable de haber perdido su empleo, ese que les despojo de su vivienda, de su vehículo y del estilo de vida que tenían, las protesta se hacen frente a los centros financieros, en este punto debemos preguntarnos ¿son ellos los responsables?

Como ya se ha dicho los bancos son parte del sistema, el estado les impone ciertas normas de funcionamiento, existen organismos oficiales que velan por el estricto cumplimiento de estas normas en cuyo caso nos preguntamos, si todas las partes hacen la tarea asignada ¿porque se repite una y otra vez en diferentes países la misma situación? El resto de la sociedad observa,  como los banqueros en época de bonanza se reparte cuantiosos dividendos y cuando llega una crisis son rescatados con recursos de todos los ciudadanos.

Entendemos perfectamente que el estado no puede repartir los recursos entre los ciudadanos afectados por la crisis, ello significaría; pan para hoy y hambre para mañana, sin embargo, sería sensato en al menos pensar, lo incoherente que resulta para la sociedad que quienes obtuvieron cuantiosos beneficios trabajando con el dinero de todos al menos pudieran dejar, partes de esas ganancias en un fondo que les permite en una crisis rescatarse a sí mismos, ello permitiría al estado utilizar el recurso   en la estimulación y reactivación del aparato productivo de manera directo y a bajos costos atendiendo así de manera pronta el clamor de los indignados.

PD: El presente escrito fue elaborado por Pedro Lacure Montiel, la descripción del sistema bancario ha sido aborda de manera superficial, solo se busca de manera sencilla, presentar la situación desde ángulos distintos, si usted es experto le invito a enriquecer el planteamiento.